viernes, 13 de septiembre de 2013

Hebreos 10: 22 - 23

"Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua puraMantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió"


  1. ¿Porqué se nos pide que nos acerquemos? ¿A quién se le pide que se acerque? ¿No es alguien que se ha alejado?
  2. ¿Qué nos mantiene alejado? Un corazón engañoso, una fe tambaleante e incierta, una mala conciencia que corrompe al corazón, un cuerpo impuro que no está espiritualmente apto para intermediar entre Dios y los hombres.
  3. Debemos tener firmeza en cuanto a la promesa que se nos ha dado. ¿Porqué tambalea mi fe? ¿No es acaso porque vemos el regreso del Señor como algo muy distante? Si supiéramos que el Señor regresa hoy a las 3:00 p.m. ¿seguiríamos con esas rencillas, disensiones y engaños en nuestra vida?
  4. Él viene, así lo prometió... Su fidelidad es incuestionable, pero ¿y la nuestra? ¿Dónde estaremos cuando Él regrese? ¿Cómo nos encontrará? ¿Qué estaremos haciendo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario