sábado, 21 de septiembre de 2013

Salmos 135: 5 . 6

"Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos"

¡Hola Yerik! Es increíble ver que, aunque esta disciplina de escribir devocionales es muy "random" en cuanto a la elección del versículo se refiere, la dirección de los temas no puede ser mejor. Ayer te escribí acerca de la certeza que es la fe, y el día de hoy, el versículo empieza con la misma frase: YO SÉ. Creeme, mientras más rápido reconozcás y afiancés tu fe de forma que podás SABER a ciencia cierta (y no solamente CREER ciegamente) que nuestro Dios es sorprendentemente maravilloso, mejor será para vos. Pero bueno empecemos con nuestros puntos para el día de hoy:


  1. Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses: La supremacía, soberanía y grandeza de Dios. Reconocer esta verdad en tu vida implica reconocer que Dios es mayor que mi ego, Dios es mayor que mis afanes y deseos, Dios es más grande que mis problemas. Hace mucho tiempo (cuando empecé a montarme en la 105 para ir a la UCA), Dios me dio la oportunidad de leer la siguiente frase: No le digas a Dios cuan grande es tu problema; Dile a los problemas cuan grande es tu Dios. Si Dios nos excede en TODO ¿estamos viviendo vidas entregadas al soberano Creador? ¿Le reconocemos y glorificamos con nuestros actos (y con nuestros labios) con el honor que se le debe rendir? Él es el único digno de alabanza. Nada ni nadie debe tomar su lugar. No dejés que las actividades del diario vivir te arrastren a no tener prioridades. Vivir para Dios y por Dios es la decisión más sabia que podamos hacer ¿Cómo hacerlo? Sencillo Yerik: Viviendo conforme a Su voluntad revelada.
  2. Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. Límites a la soberanía de Dios: No existe cosa más inútil que pensar que haya límites al poder de Dios o a Su mandato; TODO lo que Dios quiere, lo hace, ¡lo querramos o no! No importa donde estemos, Él hará como Él dispuso hacerlo, de acuerdo a Su B. A. P. voluntad (Buena, Agradable y Perfecta). Encontré una historia bien interesante esta semana: 
Una viejecilla creyente
que de hambre agonizaba,
apeló a corazones fervientes
cuyos brazos comida le obsequiaran.
Un espiritista escuchó su clamor
y quiso humillar al buen Dios de amor
"Lleven exquisitas viandas a la anciana de modo
que ustedes puedan decirle: Satanás lo envía todo
Y así humillaremos a Redentor y a redimido
que todo mundo vea como a nada quedan reducidos"
Y se fueron los enviados llevando con ellos alimento
y al notar que la señora no preguntaba 
de donde venía tan excepcional sustento,
dijeron: ¿no quiere saber quién su alacena llenaba?
Contesta la viejecilla revestida 
de celestial sabiduría:
"No hijo mío, que cuando Dios bendice
hasta el diablo obedece"

¿Quién pues puede resistirse al cumplimiento de la voluntad de Dios? Siendo que Dios es el que determina nuestros pasos, el que conoce nuestras sendas y quien sabe todo de nosotros, ¿No deberíamos vivir tranquilamente bajo sujeción a Su persona y a Su inquebrantable voluntad?

1 comentario:

  1. Que linda esa reflexion, bella, ciertisima Cuando Dios quiere hacer algo hasta el diablo se sujeta.

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